La estatal brasileña Petrobras y la compañía chino-española Repsol Sinopec han devuelto una concesión de exploración y producción de petróleo y gas natural en un campo ubicado en la cuenca marina de Santos, al sudeste del país, según han informado fuentes oficiales recogidas por Efe.
La Agencia Nacional del Petróleo (ANP) ha divulgado la información en el Diario Oficial de la Unión sin dar más detalles sobre las causas que han llevado a rechazar el permiso por parte las empresas.
El contrato, firmado el 15 de septiembre del 2000, incluía la explotación del campo de Piracucá localizado en aguas poco profundas de la cuenca marina de Santos y que, según Petrobras, tiene reservas equivalentes a 550 millones de barriles de crudo.
Petrobras (45 %) y Repsol Sinopec (25 %) son dos de las tres empresas que integran, junto con la multinacional BG (30 %), un consorcio que explota varios campos en el presal, un área geológica ubicada por debajo de una capa de sal de dos kilómetros de espesor y cuyas gigantescas reservas pueden convertir a Brasil en uno de los mayores exportadores mundiales de petróleo.
La producción de crudo en el presal, ubicado a unos 270 kilómetros de la costa del estado de Sao Paulo, superó 1,2 millones de barriles al día en noviembre pasado. Petrobras se encuentra inmersa en un plan venta de activos para hacer frente a su grave crisis financiera y reducir una deuda bruta que en septiembre pasado era de 398.165 millones de reales (unos 121.762 millones de dólares).
Este programa de desinversión de la petrolera totalizó 13.600 millones de dólares en el bienio 2015-2016, por debajo de la meta de 15.100 millones de dólares establecida para ese período.
Source: www.energia16.com