Gazprom ha paralizado el bombeo del Nord Stream 1, la principal tubería de gas ruso que llega a Europa. El Kremlin atribuye las causas a problemas técnicos derivados de las sanciones de la Unión Europea
Hace ocho días que no pasa ni un metro cúbico de gas natural por el Nord Stream 1, la principal tubería que conecta Rusia con Europa, lo que temían los países europeos más dependientes del gas ruso. Desde Gazprom, la mayor empresa gasista de Rusia, señalan que el corte de suministro se debe a un escape de la tubería que no pueden reparar por culpa de las sanciones europeas. «Los estados europeos y los estados que impusieron sanciones contra [Rusia] son totalmente responsables de esta situación», aseguró Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin en una rueda de prensa.
Localización del gasoducto Nord Stream 1


El Nord Stream 1 tiene una longitud de 1.224 km y va desde Vyborg, en Rusia, hasta Greifswald, en Alemania, atravesando el mar Báltico. El Nord Stream 2, que se terminó de construir en septiembre de 2021 para aumentar las importaciones de gas a Europa, sigue un recorrido paralelo al otro conducto. Tras varias controversias y el estallido del conflicto en Ucrania, este segundo gasoducto se encuentra sin uso.
Mientras se aclara si el corte del Nord Stream 1 será definitivo o solamente temporal, los países europeos están haciendo cálculos. Los que eran más dependientes del gas ruso llevan semanas debatiendo alternativas de suministro, pero es ahora cuando los Estados podrán demostrar si es posible cortar por completo la relación energética con Rusia.
Gazprom dice que es un fallo técnico ante la mirada desconfiada de Europa
En julio, Nord Stream anunció su cierre durante diez días por “actividades de mantenimiento rutinario”. Al reanudarse el bombeo, la tubería estaba funcionando al 20% de su capacidad, de acuerdo con la agencia de noticias rusa TASS, debido a la parada de varias turbinas que fueron enviadas a Canadá para su reparación. Los datos de ENTSOG también muestran un flujo menor de gas que antes de los trabajos de mantenimiento.
El 31 de agosto, Gazprom volvió a anunciar un parón de tres días por un escape en la tubería; desde entonces, no ha vuelto a circular más gas. La Agencia Federal de Redes alemana –la Bundesnetzagentur- no considera que las supuestas fallas sean motivos técnicos para la suspensión de la operación.
Por otro lado, Vitaly Markelov, director adjunto de Gazprom, ha anunciado que el gasoducto no reanudará el bombeo hasta que Siemens Energy, el proveedor de las tuberías, repare el equipo defectuoso. Por su parte, Siemens Energy asegura que no entiende “la presentación de la situación por parte de Gazprom”, tal y como se recoge en Reuters.
Así han cambiado los suministros de gas desde el inicio de la crisis energética
Los tres Estados más dependientes del gas ruso son Hungría, Letonia y Eslovaquia, que en 2020 superaron el 80% de compras de gas a Rusia sobre el total de importaciones de este recurso, según la IEA. Rusia continúa suministrando a Hungría, ha reanudado el flujo a Letonia tras un breve corte, y ha reducido las exportaciones a Eslovaquia.
Estos tres países se encuentran entre los ocho Estados miembros de la UE que todavía no han alcanzado el 80% de reservas de gas marcado por la Comisión Europea, según la asociación que representa a los operadores de infraestructuras de gas en Europa, Gas Infrastructure Europe.
Alemania pone sus esfuerzos en la diversificación y el almacenamiento
Por otro lado, los Estados de la Unión Europea que más cantidad de gas procedente de Rusia importaron en febrero y marzo eran, de mayor a menor comprador, Alemania, Italia y Polonia, según los datos del Centro de Investigación en Energía y Aire Limpio (CREA) de Helsinki.
Incluso con los recientes cortes del gasoducto, Alemania ha logrado cumplir antes de tiempo con la meta del plan de ahorro de gas de la Comisión: sus reservas llegan ya al 85,6%, de acuerdo con los datos del GIE. Asimismo, el país se ha volcado más al GNL desde el inicio de la invasión, tal y como informa el parte diario de la situación gasista de la Bundesnetzagentur, y ha puesto sobre la mesa mantener dos de las tres centrales nucleares que tenía previsto cerrar a finales de año.
Italia mira al gas argelino, Polonia al sueco
Italia, al igual que otras naciones comunitarias, se ha esforzado por diversificar sus importaciones de gas. En julio, el gobierno italiano firmó un acuerdo con Argelia para recibir 4.000 millones de metros cúbicos adicionales de gas, lo que convierte al país norte africano en el principal proveedor, desbancando a Rusia del primer puesto. Mientras, la empresa Eni anunció el 31 de agosto que Gazprom está reduciendo el volumen de gas hacia Italia.
En cuanto a Polonia, el tercer país comunitario que más metros cúbicos de gas importaba de Rusia, el flujo de gas se detuvo a finales de abril ante la negativa de Polonia de pagar el recurso en rublos. Las alternativas de Polonia pasan por la entrada en funcionamiento de la tubería del Báltico, que suministrará gas desde Noruega, y las ampliaciones de una terminal de importación de GNL en Swinoujscie, al noroeste del territorio, según DW.
Europa se vuelca en la construcción de regasificadoras
La construcción de plantas de regasificación en la Unión Europea ha experimentado un aumento considerable desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania. Estas plantas se usan para convertir el gas natural licuado a su estado gaseoso original, lo que permite importar gas desde cualquier parte del mundo, por vía terrestre o marítima, y transformar el gas para su consumo o exportación por tubería.
Según Global Energy Monitor, una organización que cataloga proyectos de combustibles fósiles y energías renovables en todo el mundo, desde febrero de 2022 se han puesto en marcha 23 propuestas de regasificadoras en la UE, ocho de ellas en Alemania.
Plantas de regasificación recién construidas o en fase de construcción
De cumplirse los proyectos en marcha, la organización que monitorea los proyectos asegura que implicaría más de 150.000 millones de metros cúbicos por año de nueva capacidad de importación de gas, y con un coste de, al menos, 6.000 millones de euros.
Source: www.newtral.es