El proyecto será presentado el 16 de marzo. Superindustria velará porque no se disparen los precios.

Así se verán los billetes de 50.000 de la nueva familia, que se estrenó en 2016, de aprobarse el proyecto que eliminaría tres ceros de su denominación.
Foto: Banco de la República
El reemplazo de los viejos billetes que circulan en la economía desde hace más de dos décadas, por los de la nueva familia, lanzada hace un par de años (2016), aún no termina, y ya se anuncia un nuevo cambio en esta materia: la eliminación de tres ceros de esos billetes, que en la práctica ya no existen, pues fueron sustituidos por las palabras ‘mil pesos’.No es una propuesta nueva. Esta es la quinta vez que el tema se pone sobre la mesa, desde cuando se discutió por primera vez en el 2000 a través del proyecto de ley 074, que terminó hundido porque “el Congreso de ese entonces no entendió el costo beneficio de la iniciativa para la economía”, explica el centro de estudios Anif.
A partir de entonces, otras tres iniciativas en esa misma dirección y con similares propósitos han intentado salir adelante, pero aspectos como los elevados costos que demanda un cambio monetario y la necesidad de atender otras urgencias del Estado, como la reforma tributaria del 2016, han dado al traste con la idea de ‘adelgazar’ al peso vía eliminación de los tres ceros.
Son más las voces a favor que en contra de esta iniciativa, que, por quinta vez, tiene a empresarios, banqueros, comerciantes, académicos y ciudadanos del común discutiendo sobre su conveniencia y los efectos que esto les traerá.
Quienes se muestran a favor de la iniciativa coinciden en que ese cambio se vuelve necesario para hacer más eficiente el manejo contable de las empresas, realizar transacciones y equiparar el sistema monetario colombiano frente a estándares internacionales, facilitando así las operaciones de cambio frente a divisas como el dólar y el euro.
María del Pilar Rodríguez, gerente de IFRS en BDO Colombia, firma consultora en ‘outsourcing’ contable, dice que algunos de los cambios que se buscan ya se han ido dando con el tiempo.
Y destaca que, de aprobarse el proyecto, “volvería las cifras mucho más manejables porque, en realidad, la economía del país está basada en miles de pesos”.
Volvería las cifras mucho más manejables porque, en realidad, la economía del país está basada en miles de pesos
También han surgido argumentos sólidos en el sentido de que ello contribuirá a combatir el manejo de efectivo producto de actividades ilícitas.
“De llevarse a cabo la transición en un periodo corto, estos (los delincuentes) tendrían dificultades para blanquear su dinero, sobre todo teniendo en cuenta la regulación vigente en contra del lavado de activos y la financiación del terrorismo”, dicen los analistas del Banco de Bogotá.
Los banqueros insisten además en el impacto positivo sobre el costo actual de las transacciones.
Jonathan Malagón, vicepresidente técnico de la Asobancaria, señala que habrá una reducción de costos de transacción. Pero, para que los beneficios se materialicen, “la medida debe ir acompañada de estrategias de pedagogía financiera que le permitan a la población digerir de forma progresiva y sin traumatismo algunos de los cambios”.
En similar sentido se pronunció Guillermo Botero, presidente de Fenalco. Dijo que la pedagogía será clave, pero enfatizó en que el éxito de la iniciativa dependerá de que haya suficiente moneda fraccionaria, en especial de un centavo.
Esa menuda será fundamental para evitar el efecto del redondeo de precios y para que el ciudadano pueda tanto pagar los precios exactos como recibir el cambio preciso al adquirir un producto, tal como sucede en otras economías, dicen los analistas.
El cambio no será fácil para el ciudadano de a pie, que ya está acostumbrado a manejar esas grandes cifras.
Para Mario Valencia, vocero de Red de Justicia Tributaria, es una medida innecesaria porque es poco lo que le aporta a la economía, mientras que sus efectos pueden ser perversos sobre la inflación, pues, a causa del redondeo de precios, habría un incentivo de los comerciantes a subirlos; en la economía, porque podría estimular un menor consumo de las personas, que percibirían que están ganando menos (efecto sicológico).
Por otra parte, el efecto en la lucha contra los dineros ilícitos sería poco, pues Valencia considera que no es tan cierto que los delincuentes tengan hoy caletas repletas de billetes acá, cuando esos recursos deben de estar invertidos en dólares, oro y otros activos en el exterior.
Pero la decisión de modificar los actuales billetes ya está tomada, y si el cronograma se ajusta a lo previsto por el Gobierno y el Banco de la República, en el 2020 se iniciará el período de transición, tiempo en el cual circularán de manera simultánea billetes y monedas de la actual y de la nueva unidad monetaria, dado que en ese año habrá terminado el reemplazo de los billetes de la antigua por la nueva familia.El proyecto está listo para ser presentado el próximo 16 de marzo.
‘Se necesitará pedagogía para el consumidor’
Guillermo Botero
Presidente de Fenalco
Estoy de acuerdo con la iniciativa, a condición de que el Emisor acuñe suficiente moneda fraccionaria, en especial de 1 centavo. Creo que, en principio, habrá confusión entre la gente por la reacción al cambio, pero con buena pedagogía se superará. Se puede hundir en el Congreso.
Jonathan Malagón
Asobancaria
Es una medida que les facilitará la vida a los colombianos y traerá grandes beneficios en detección de dineros ilícitos, lavado de activos y baja de los costos de transacción. Queremos ser enfáticos en que esos beneficios no van a un solo sector, sino que son transversales a toda la economía.
Volverán a acuñarse monedas de centavo
La eliminación de tres ceros al peso traerá otra novedad: el resurgimiento del centavo. Hacer los ajustes monetarios, una vez aprobado el proyecto, demandará unos $ 400.000 millones, siendo la acuñación de las monedas lo más costoso.
El proyecto, en proceso de revisión por el Emisor, indica cómo será la transición de los nuevos billetes, así como las competencias que tendrá la Superintendencia de Industria y Comercio, encargada del control de precios, y evitar que el cambio golpee la inflación.
Source: www.eltiempo.com