Ya el gobierno de Venezuela no está en capacidad para revertir precios en el mercado internacional a través de la Opep
Salvatore Lo Mónaco- El Canciller Rafael Ramírez se reunió hoy con el Presidente Nicolás Maduro para informarle que no hay consenso en los países que conforman la Opep para convocar a una reunión extraordinaria antes de finalizar el mes de noviembre.
Por otra parte, ya es conocido que Arabia Saudita está apostando a que los precios del crudo caigan por debajo de los 90 dólares el barril. Dicho país, el mayor productor del mundo, se conformaría con 80 dólares del barril, para sacar del mercado a los productores de Canadá y EE.UU, que tienen altos costos en extracción de esquistos y de producción en aguas profundas.
El petróleo del Medio Oriente es ligero y no requiere de grandes inversiones para su proceso de extracción y refinación, por lo que los costos de producción y de venta por barril son menores a los de los países que están invirtiendo en nuevas tecnologías para extraer crudo de yacimientos que implican mayores costos. Creen en Arabia Saudita que si bajan los precios en el mercado internacional, eso desincentivará nuevas exploraciones más costosas y deja afuera del mercado a países como Canadá y EE.UU.
Sin embargo, hay que agregar, que los países árabes se han estado preparando para una baja en el consumo, especialmente de China y la India, y la mayor producción de EE.UU., por lo que han aumentado (como dicen algunos, que la Opep es un Club de Pinochos) su producción, que pueden llevar hasta 10 millones de barriles diarios, en el caso de Arabia Saudita, para acabar con la competencia, además de haber invertido sus excedentes en inversiones productivas a lo largo y ancho del mundo, que le producen rentas importantes.
Analistas del mercado internacional dicen que Venezuela, actualmente, requiere un precio de barril entorno a los 100 dólares, por sus gastos en políticas públicas, por lo que un barril, que se prevé, a pesar del invierno venidero, por debajo de los 80 dólares el barril, acarrearía graves problemas para el fisco venezolano.
Ya Venezuela ha recortado importaciones e incluso disminución de subsidios a países del Alba, ha impuesto mayores controles en las solicitudes de divisas vía Cencoex (anteriormente Cadivi), lo que no puede ser una política de largo plazo, aun considerando la sustitución de importaciones que requiere insumos, partes y piezas para alimentar la producción nacional.
Ahora, ya no se trata de incentivar las exportaciones, como anunciara recientemente el Presidente Nicolás Maduro, sino de abastecer el mercado nacional, por lo que tendrá que llegar a un acuerdo con las empresas privadas, luego del rotundo fracaso en la expropiación de empresas agrícolas y manufactureras del país y de sus resultados en el mercado nacional.
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