Amylkar Acosta se reunirá este viernes con los demás ministros para idear una estrategia contra la seguidilla de ataques en Norte de Santander.

Foto Archivo Particular
Frente al nuevo atentado que se presentó este miércoles contra el oleoducto Caño Limón Coveñas en el departamento de Norte de Santander, específicamente en la zona conocida como Campo 6 del municipio de Tibú, el ministro de Minas y Energía,Amylkar Acosta, anunció que se reunirá este viernes con sus pares de Defensa, Juan Carlos Pinzón; Hacienda, Mauricio Cárdenas; Interior, Fernando Carrillo y de Ambiente, Luz Elena Sarmiento, para cambiar la estrategia contra las guerrillas que se han ensañado contra esta infraestructura petrolera.
“Se trata de revisar la estrategia que hemos venido siguiendo para lograr alcanzar las metas de producción de crudo que se han visto afectadas por estos ataques guerrilleros”, expresó en diálogo con Blu Radio.
Con estos atentados “hay una impacto inmediato sobre la economía. Casi 8 millones de dólares diarios se dejan de cobrar. Afecta el recaudo del Gobierno en concepto de impuesto además de la afectación del ingreso de las regalías en la región».
A pesar de la cadena o la seguidilla de atentados que se han perpetrado contra esta infraestructura petrolera, el ministro Acosta indicó, sin embargo, que “con relación al año anterior los atentados se han reducido en un 40%”.
Aunque precisó que tanto las Farc como el ELN han realizado atentados contra varios puntos del oleoducto Caño Limón Coveñas, indicó que esta última guerrilla casi que ha enfocado su accionar contra de la industria petrolera. “El ELN quiere impedir la operación petrolera a pesar de sus reiterados anuncios de una voluntad de querer sentarse a dialogar buscando una salida negociada al conflicto. Se trata del lenguaje absurdo de la subversión”
Y agregó que “las autoridades han logrado neutralizar este año cerca de 70 atentados (…) Como han recibido golpes de las Fuerzas Militares ahora quieren demostrar su fortaleza. Quieren llegar en un posición de fuerza a la mesa de diálogo, pero no saben que eso generar más bien rechazo entre la población, que es la primera afectada al igual que el medioambiente”.



